La emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 ha transformado la vida del mundo entero, los efectos en materia de salud han sido enormes y ahora comienza la afectación económica. Los sectores tradicionales se han visto seriamente modificados, el uso de la tecnología ha sido clave, su penetración y fuerza serán la punta de lanza en el proceso de recuperación económica local y mundial. Los recursos líquidos preocupan, el acceso al crédito comienza a restringirse y la financiación de nuevos negocios es casi nula en las instituciones financieras tradicionales, la tasa de interés pasiva comienza a caer desalentando el ahorro y los pequeños inversionistas no encuentran espacios de refugio ante la incertidumbre y el riesgo. Por ello, mediante la creación de comunidades virtuales, nacen alternativas como el financiamiento colectivo que hoy pueden ser un vehículo de salida de la situación económica que se empieza a agudizar.
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